martes, 21 de octubre de 2014

¡¡Sigo viva!! Aunque no lo parezca...

Llevaba mucho tiempo sin publicar nada básicamente porque no tenía nada que contar. Bueno, en verdad ahora tampoco es que vaya a escribir sobre algo en particular. Vosotros ya lo sabréis, hay que publicar entradas nuevas para que un blog no huela demasiado a muerto.
El caso es que ni siquiera sé en qué etiqueta catalogar esta entrada. En principio, hablaré de un tema relacionado con los libros, pero me temo que me voy a andar por los laureles y acabaré con un tema totalmente distinto. Pero como ya he dicho, primero por el libro:
Por si alguien no lo sabía, soy muy fan de la Trilogía Victoriana de Félix J. Plama. Por si alguien no lo sabía, el 16 de este mes salió a la venta su tercera y última parte. ¿A que no sabéis quien se lo compró nada mas llegar a las librerías? Pues desde luego que yo no fui, porque por unos asuntillos tuve que posponer la compra al viernes. Pero lo conseguí, eso es lo importante. Actualmente ando por la pagina 200, mas o menos, y seguiré avanzando cuando acabe de escribir esto. La verdad es que me está gustando bastante, no se si llegará a superar al segundo, de momento mi preferido, pero no pinta mal por el momento. Tal vez lo que me guste es que uno de mis personajes preferidos, cEl Mapa del Cielo, cobra aquí un mayor protagonismo, cuando en el anterior libro era mas bien un personaje secundario. Estoy temblando , por otra parte, por el final, eso si, por cómo va a cerrar el autor esta saga.
uya primera aparición se da en
En fin, ¿qué mas contaros? ¿Que voy a empezar clases de chelo?Pues vale, lo comento: Si, a partir de ahora voy a aporrear a un pobre violonchelo que no tiene la culpa de que a mi se me haya antojado aprender a tocarlo. Esas cosas pasan, intentaré no hacer sangrar muchos oídos por culpa de mi intento de música.
El caso es que yo siempre he querido aprender a tocar algún instrumento, y mas vale tarde que nunca, por lo que ya que este año tengo algo de tiempo, pues haré cosas de provecho. No os voy a mentir, el violonchelo en un principio no era my cup of tea, ya que además yo quería apuntarme a piano. El caso es que no quedaban plazas, al igual que tampoco había de violín, mi segunda opción, ni para viola, mi tercera. Entre los instrumentos que quedaban, el que mas me llamó la atención fue el chelo, así que a ello fui. Un poco a lo loco, eso sí. Ya tengo el chelo, el libro de partituras, los libros de lenguaje musical.... en fin, todo lo que se necesita para las clases y para quedarte sin un duro en la cuenta. Pero quien algo quiere, algo le cuesta.
Creo que ya he cumplido con mi papel de administradora del blog, así que al no ser que en unos días se me ocurra un tema mejor sobre el que escribir, me despido por un tiempo. Ahora, ¡a leer!

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